Caminaba en medio de la noche por mi casa en dirección al baño para hacer aquello que nadie, salvo uno mismo, puede hacer por él, cuando sentí la necesidad de mirar en el interior de la habitación contigua yo que se por qué; me dispuse a entrar, abriendo sigilosamente la puerta para no despertar a nadie, todo estaba oscuro, solamente iluminaba tenuemente a través del resquicio de una ventana la habitación una lámpara de emergencia de esas que solo saltan cuando se funden los plomos.
eché una ojeada general para inspeccionar el lugar de derecha a izquierda, y, anticipándome a la respuesta que suponía verificarían mis ojos ya iba a cerrar la puerta para irme a la cama de nuevo cuando me detuve en seco, acababa de ver una figura negra encapuchada; me giré despacio conteniendo el aliento; tenía la altura de un hombre y una enorme capucha le cubría por completo la cabeza, se encontraba mirando al suelo, frente a la pared donde se abría paso la puerta, a apenas unas tres zancadas de mí inmóvil
Levantó despacio la cabeza y se quedó mirando la pared, yo mientras no me atrevía a encender la luz y ni siquiera a moverme un ápice, entonces giró rápidamente la cabeza en mi dirección haciendo el corazón se me encogiera del susto, abriera los ojos de par en par y pusiera todos los músculos en tensión
Levantó el brazo hacia a mí tan rápido como había girado la cabeza; yo estaba al borde del pánico, por algún motivo estaba aterrada; fue entonces cuando sin previo aviso algo me agarró de los tobillos, pero no era él, era una especie de monstruo, pero aunque lo llame monstruo lo cierto es que no llegué a verle, solamente notaba como una especie de tentáculos me arrastraban por los talones hacia el centro del despacho y cada vez me agarraba más, cogiéndome los brazos y arrastrándome a quien sabe donde; lo cierto es que notaba el calor que emitía aquel bicho a través de los tentáculos, parecía un ser de sangre caliente.
Intenté desasirme de aquel abrazo pero no había manera, todo era caos y estaba oscuro, ya no me preocupaba la figura de negro, quería escapar de ahí; fue entonces cuando me he despertado de un brinco; desde luego ha sido un sueño de lo más horrible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario